La ciudad y la peste

Lima, Perú. A lo largo de la historia, los seres humanos hemos creado ciudades reconociendo la necesidad de interrelacionarnos. Sin embargo, esas ciudades han debido enfrentar diversos retos que han cuestionado su vitalidad. Las guerras, desastres naturales y colapsos económicos han sido los más comunes, así como su propia saturación, pero también las diferentes epidemias documentadas a los largo de los últimos 2500 años, incluyendo la pandemia del COVID 19. En todas esas epidemias se ha señalado, con matices, al modo de vida urbano como corresponsable de los resultados de la peste de turno. Hoy se repite ese discurso antiurbano y comienzan a surgir voces a favor de desconcentrar las ciudades y volver a un mundo idílico rural.

Quienes plantean, por ejemplo, la desaparición o la desnaturalización del transporte colectivo o la distribución dispersa de la población sobre el territorio, parecen ignorar los efectos ambientales que tendrían medidas como esas, o la inviabilidad económica de prestar servicios a una población dispersa.

Las ciudades perdurarán, pero con cambios. Tal como en el pasado otras epidemias impulsaron medidas higienistas, la pandemia del COVID 19 impulsará cambios asociados en este caso a las nuevas tecnologías.

La data derivada del uso que damos a nuestros teléfonos móviles servirá para el combate de la epidemia, y también para planificar mejor los servicios públicos, como el transporte. Ante la necesidad de minimizar los desplazamientos se promoverá que aquellos trabajos donde ello sea posible se realizarán a distancia. Otros trabajos repetitivos serán hechos por máquinas, las cuales aprenderán mediante la inteligencia artificial. Los sensores y el internet de las cosas permitirán supervisar o hacer mediciones en remoto. El comercio electrónico se potenciará como nunca antes. Todas estas tecnologías ya existían y venían siendo puestas en práctica, la epidemia solo está acelerando esos procesos de cambio.

La pandemia del 2020 pasará en un año o dos, como ha ocurrido en eventos similares del pasado, la ciencia descubrirá curas, tendremos vacunas para protegernos y los seres humanos generaremos anticuerpos que nos serán útiles hasta la llegada de la próxima epidemia, pero el COVID 19 acelerará de manera notable los procesos de transformación digital, posibilitando un nuevo modo de vida urbano, más digital, para el que todos, gobiernos, instituciones, empresas y personas, debemos estar preparados.

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