La ciudad de un minuto

Lima, Peru.

A la tan cacareada ciudad de los 15 minutos de París y a la propuesta de las megamanzanas de Barcelona les ha surgido en estos tiempos de pandemia una nueva alternativa: los suecos proponen, para no quedarse atrás, “la ciudad de un minuto”.

Con semejante título uno podría pensar que esta iniciativa. que ya se ha echado a andar en 4 calles de Estocolmo y que pronto aterrizará en ciudades como Gotemburgo y Malmo, está orientada a que usted no salga de su casa y trabaje y pida todo lo que necesite por internet. Una ciudad virtual donde usted tiene todo a un minuto de su casa. Pero no, afortunadamente lo que se propone es otra cosa.

Lo que la agencia de innovación sueca Vinnova  y el think tank de arquitectura y diseño ArkDes han propuesto es que los vecinos de las 4 calles donde se ha desarrollado la prueba piloto se concentren en cómo transformar su calle, el espacio justo afuera de la puerta de su casa, coordinando con los vecinos de las puertas contiguas y con asistencia técnica de agentes gubernamentales.

Esta iniciativa tiene varios elementos que podemos encontrar en los proyectos de Parklet que se han llevado a cabo en muchas ciudades de Estados Unidos desde hace años y que han sido asimilados dentro de las propuestas de urbanismo táctico que han ganado popularidad en los últimos años y, especialmente durante la pandemia Covid.

Los objetivos de esta iniciativa se enmarcan en objetivos nacionales. Suecia se ha planteado como meta que sus ciudades tengan balance 0 de generación de carbono en 2045 y para ello, como en otras ciudades, se está replanteando el uso de las calles como espacio público destinado a las personas y no a los vehículos motorizados. Volvo, la marca sueca de automóviles y símbolo nacional de dicho país ya ha tomado nota, planteando que en los próximos años solo producirá autos eléctricos.

El aporte novedoso de esta iniciativa radica en que a los vecinos se le ofrece un catálogo de mobiliario urbano con piezas que pueden combinar y que han sido diseñadas con inspiración en los muebles de IKEA y los juguetes de LEGO, por lo que los vecinos pueden escoger e integrar piezas como bancas, paraderos de transporte público, juegos infantiles,  estacionamientos para bicicletas o scooters eléctricos, máquinas para hacer ejercicios o para que jueguen los perros, entre otras. Adicionalmente, los vecinos pueden decidir usar diferentes componentes al cambiar las estaciones del año (la municipalidad retira el mobiliario a solicitud de los vecinos y los sustituye por los otros propuestos) o modificar lo colocado inicialmente luego de algunas semanas o meses de prueba.

Introduciendo calidad de diseño sin perder practicidad en el urbanismo táctico, los suecos pretenden darle media vuelta de tuerca a una propuesta de actuaciones rápidas y de bajo costo que es hoy en día de las preferidas por los gobernantes de muchas ciudades en el mundo.

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