Toluca, Mexico.
El 27 de julio de 2014, justo antes de la media noche llegó al mundo Estela[i], la nieta de mi secretaria.
Hija de madre soltera de oficio enfermera, Estelita no ha viajado más allá de los poco definidos límites de la zona urbana del Valle de Toluca en toda su incipiente vida. No obstante que ya ha superado su primera infancia y se apresta a ingresar al primer nivel de la educación primaria, aún tiene un largo camino por recorrer, pero ya tiene algunos logros.
Estela aprendió a caminar, aprendió a hablar, fue al colegio preescolar y ya socializa con sus compañeros y maestros, además de los miembros de tres generaciones de su pequeña familia a cargo de su abuela.
Estelita es dedicada y responsable con sus deberes, la escuela es una de sus actividades favoritas, pero también disfruta de jugar en casa y de la compañía de su pequeña familia.
Tiene un tío más joven que su madre, que también trajo un hijo al mundo a corta edad, por lo que Estela no es más la bebé de la familia.
El pasado 27 de julio Estelita cumplió 6 años en medio de la pandemia, en su festejo sólo asistieron los mismos familiares que viven cotidianamente en su casa porque no fue posible invitar a nadie más, para evitar contagios sí, pero también por la escasez de recursos económicos. A ella no le importó, estuvo feliz con sus regalos y la amorosa compañía de su abuela, que se tomó el día para estar en el festejo en lugar de su madre, que tuvo guardia en el hospital estatal donde trabaja.
Ella no lo sabe, pero el 27 de julio yo pensaba que los Toluqueños, como se dice coloquialmente a los que vivimos en el Valle de Toluca, podíamos haberle dado un regalo muy especial. En medio de la pandemia, con las actividades urbanas reducidas al mínimo, quería poder decirle que por primera vez en su vida podía respirar aire de buena calidad, pero no fue así.
El 27 de julio fue el único día del año 2014 con buena calidad del aire en el Valle de Toluca[ii] y desde entonces, ni un solo día hemos logrado superar las ya de por sí laxas normas oficiales mexicanas de calidad del aire.
Durante toda su vida Estelita ha respirado sin descanso. Cada vez que llena sus pulmones, introduce sustancias nocivas para su salud: partículas microscópicas de metales pesados, gases tóxicos, aerosoles venenosos. La exposición crónica, cotidiana a estos contaminantes tarde o temprano le acarrearán problemas y limitarán sus posibilidades de un desarrollo completo y saludable. A estas alturas de su vida, con apenas seis años de edad[iii], ya es posible que su capacidad mental esté afectada, que el acumulado de toxinas acorte su vida y la condenen a padecimientos crónicos que afecten su salud, autonomía y economía por los largos años que tiene por delante.
Desde antes de que naciera Estela, he tratado de influir en las decisiones y políticas públicas de esta ciudad para tratar de contener la contaminación del aire que sufrimos. Son más de 10 años de lucha y he fracasado.
Estela pronto cumplirá 7 y ningún día de su vida ha podido respirar aire de buena calidad. Me maldigo por eso.
NOTAS DE INTERES:
[i] Estela es un personaje de ficción, pero la situación que expongo es la realidad de cientos de miles de niños en el Valle de Toluca y de miles de millones de ellos en todo el mundo.
[ii] https://rama.edomex.gob.mx/sites/rama.edomex.gob.mx/files/files/RAMA_PDF_MPM2_5_OCT20.pdf
[iii] La Zona metropolitana del Valle de Toluca tenía en 2015 aproximadamente 2,400,000 habitantes y crece a un ritmo de 1.4% anual, de los que aproximadamente el 9% son infantes menores a 10 años de edad, por lo que a la fecha tenemos aproximadamente 230,000 niños en la situación de Estela. GECEM con Información de la DGE e INEGI. Censos Generales de Población y Vivienda de 1970 a 2010. Conteo de Población y Vivienda 2005 y Encuesta Intercensal 2015.
La OMS estima que 1,800,000,000 niños en el mundo respiran aire contaminado que afecta gravemente su desarrollo y su salud. https://www.who.int/es/news/item/29-10-2018-more-than-90-of-the-world%E2%80%99s-children-breathe-toxic-air-every-day?fbclid=IwAR19ElHPcAMY4DdNeUPrpcx-Cmgby6SdJuaM6Ug0jwNoL2dwZIlw0cnVaeI
[i] Estela es un personaje de ficción, pero la situación que expongo es la realidad de cientos de miles de niños en el Valle de Toluca y de miles de millones de ellos en todo el mundo.
[ii] https://rama.edomex.gob.mx/sites/rama.edomex.gob.mx/files/files/RAMA_PDF_MPM2_5_OCT20.pdf
[iii] La Zona metropolitana del Valle de Toluca tenía en 2015 aproximadamente 2,400,000 habitantes y crece a un ritmo de 1.4% anual, de los que aproximadamente el 9% son infantes menores a 10 años de edad, por lo que a la fecha tenemos aproximadamente 230,000 niños en la situación de Estela. GECEM con Información de la DGE e INEGI. Censos Generales de Población y Vivienda de 1970 a 2010. Conteo de Población y Vivienda 2005 y Encuesta Intercensal 2015.
La OMS estima que 1,800,000,000 niños en el mundo respiran aire contaminado que afecta gravemente su desarrollo y su salud. https://www.who.int/es/news/item/29-10-2018-more-than-90-of-the-world%E2%80%99s-children-breathe-toxic-air-every-day?fbclid=IwAR19ElHPcAMY4DdNeUPrpcx-Cmgby6SdJuaM6Ug0jwNoL2dwZIlw0cnVaeI