CDMX, Mexico.
La pandemia nos pone a prueba como humanidad y hay algo que nos quiere decir: tenemos que cambiar, porque de lo contrario iremos a peor.
Los organismos internacionales tanto financieros como económicos, han señalado que la caída está siendo brutal y que se requiere de medidas extraordinarias para salir de este cráter económico y social.
Van las predicciones:
El Banco Mundial a través de su director ha señalado que para el 2021 existe el riesgo de que el número de pobres crezca en una cifra de 150 millones de personas, alejándonos de las metas de poner fin a la pobreza en el mundo para el año 2030, y que dependerá del grado de contracción económica que sufran los diversos países.
Finalmente cabe señalar que los más afectados por la pandemia serán los pobres, y que muchos de estos pobres pasarán justamente a la extrema pobreza, con todas las consecuencias que ello acompaña.
Por otro lado, la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas, señala a través de su directora, que la economía para la región decrecerá en un 9% promedio lo que será un reflejo de lo que el Banco Mundial pronostica para el crecimiento en número de pobres, pues los países de renta media y media baja son los que más sufrirán de esta crisis. De hecho, el pronóstico de la CEPAL es que para el 2021 haya 96 millones de personas en pobreza extrema en la región cifra comparable para el año de 1990.
Finalmente, el gerente general del Banco de Pagos Internacionales ha señalado que la crisis durará varios años y que serán inevitables que las empresas quiebren, pues la dinámica del comercio cambiará y ya no serán “necesarias” algunas empresas. Esta declaración significa que habrá más desempleo y por consecuencia más pobres en el planeta.
Tenemos frente a nosotros la oportunidad de reconstruirnos o empobrecernos, definitivamente cada país tendrá que tomar sus propias decisiones, no obstante, como siempre lo afirmo, los problemas mundiales debieran tener una solución global y, sobre todo, que las circunstancias nos exigen reinventarnos como especie para corregir nuestras fallas ¿Seremos capaces?