Una especie vulnerable

Cancún, Mexico. Han habido grandes logros científicos y tecnológicos que nos han permitido como especie (Homo Sapiens Sapiens) llegar a nuestro presente estado de desarrollo tecnoindustrial. Es evidente que no existe otra especie en este planeta que se acerque a nuestras capacidades cognitivas y sociales, tanto virtuales como las ahora quasi-extintas presenciales. Estas dos grandes vertientes de capacidades nos llevaron a sobrevivir a las demás subespecies Homo y a prosperar.

Sin embargo, en términos de salud tenemos una gran cuenta pendiente, somos una especie vulnerable con gran incidencia de enfermedades metabólicas, sean crónico-degenerativas o autoinmunes. Estas “enfermedades de la modernidad” han cobrado aún más importancia con la llegada del virus SARS-CoV-2. Con frecuencia, los casos graves con hospitalización de COVID-19, después de la edad avanzada, tienen en común principalmente comorbilidades como hipertensión, obesidad y diabetes. Estas tres comorbilidades tienen como una de sus causas la condición la hiperinsulinemia (nivel elevado de insulina crónico).

Por otro lado, existe el conocimiento científico y casos prácticos que demuestran que las tres condiciones de salud mencionadas, y otras enfermedades metabólicas asociadas a mayor riesgo de casos graves de COVID-19, pueden revertirse en algunos meses mediante cambios de dieta. Este proceso se puede acelerar con algunos cambios en estilo de vida.

Una dieta alta en grasa y muy baja en carbohidratos, principalmente de alimentos de origen animal lleva a estos resultados. Este estilo de alimentación es un desafío al sentido común, se confronta a la información prevaleciente en medios masivos de comunicación respecto a lo que es una dieta saludable y sostenible en el tiempo. Sin embargo, las evidencias y casos de éxito se acumulan, así como los nuevos conocimientos científicos que la confirman.

En esta era del conocimiento, y desinformación, es oportuno tomar la responsabilidad sobre la salud propia con el objetivo de reducir nuestra vulnerabilidad individual. Tal vez es un buen momento para convertirse en un escéptico, tener la agudeza crítica para validar que la información que recibimos y aceptamos como útil esté basada en evidencias concretas. Al fin y al cabo, la suma de individuos saludables, lleva a sociedades saludables. Tal vez algún día lleguemos a ser una especie saludable nuevamente, no tan vulnerable,

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