LA SALUD MENTAL ¿ES UNA CUESTIÓN… PARA DÉBILES?

Ourense, España.

Cada vez son más los ejemplos de personas reconocidas mundialmente como “fuertes”, “brillantes” o “extraordinarias” que se visibilizan vulnerables. Si bien hay algunas que piensan que la salud mental es una cuestión para “débiles”, estamos más cerca de lograr que se trate como lo que es: una cuestión de salud pública, y punto.

La última persona en dar a valer esta prioridad ha sido Simone Biles, al abandonar hace unos días la competición por equipos en los JJ.OO de Tokio. La atleta adujo que no estaba bien ni anímica ni emocionalmente. Pudo excusarse anteponiendo problemas físicos, pero no lo hizo.

Mi reflexión quiere remarcar que, sin darnos cuenta (o sí), nos vamos cargando interiormente a través de nuestras expectativas y las de los demás, a través de las experiencias vividas, sobre todo las percibidas como negativas, a través de los pequeños traumas no resueltos y, por supuesto, a través de los grandes traumas que a veces nos tocan vivir.

Igual que estudiamos y reconocemos cómo funcionan en nosotros el aparato digestivo o el respiratorio, es hora de reconocer qué papel juegan y cómo nos influyen las emociones y los sentimientos, los pensamientos y las creencias interiorizadas. Puede resultarnos más difícil de comprender porque nos falta veteranía en este ámbito, pero no es algo mágico que esté sólo en algunos.

“Está en nuestra naturaleza humana y no podemos prescindir de ello ni darle la espalda”

La actitud de Simone Biles asumiendo dificultades en su salud psicológica ayuda a visibilizar una parte de la salud que solemos pasar de puntillas y ayuda a normalizarla. Prioriza el autocuidado y el propio bienestar, porque son necesarios para seguir adelante con la vida en cualquiera de sus facetas.

Tenemos una parte menos racional y muy emocional que es intrínseca a nosotros. Es absurdo seguir negándolo o plantear que “a mí no me pasa”. Lo que hace falta es que se hable de ello habitualmente y nos familiaricemos con nuestra propia salud mental. Antes que Simone lo han hecho otras personas célebres del mundo deportivo como son Andrés Iniesta, o Rafa Nadal o Edurrne Pasabán o Michael Phelps. Creo que sus testimonios nos acercan a lograr que acudir al profesional de salud mental sea tan normal como ir al profesional de atención primaria o al de fisioterapia.

Y aún así, se echa en falta un reconocimiento adecuado por parte de la mayoría de los gobiernos en lo que respecta a los servicios de salud pública, en forma de planes reales sobre salud mental para su prevención y tratamiento y en forma de más recursos humanos y económicos.

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