Monterrey, Mexico.
La guerra es horrible y el dolor que causa entre las familias es indescriptible. La peor parte es que la mayoría de los conflictos de la historia se pagaron con los impuestos de las mismas personas que marcharon a su muerte. La gloria es para los políticos y algunos generales. Mientras tanto las viudas y los huérfanos cargan con la tristeza el resto de sus vidas. Aun así, la existencia continua. Las mentes creativas y llenas de amor son las encargadas de innovar. Emprender en tiempos de conflictos armados es de suma importancia para la sociedad. Estos individuos que logran generar valor bajo fuego son los verdaderos héroes.
La reciente invasión de Rusia a Ucrania, marca de forma negativa, el ya problemático inicio de la década de los veinte. Cuando parecía que todos íbamos a ver el final de la pandemia los tanques rusos cruzaron las fronteras. Me llama la atención el fuego que comenzó en una de las plantas nucleares de Ucrania. Según las noticias es la más grande del mundo. Un incidente ahí puede significar un desastre ecológico para toda la humanidad. Las imágenes de Chernóbil vuelven a la memoria. Han pasado 35 años, pero el daño sigue ahí y aún falta mucho para que termine.
Vale la pena recordar como Saddam Hussein prendió fuego a los pozos petroleros tras ser derrotado en la Operación “Tormenta del Desierto”. Se hablaba de una crisis ambiental por lo difícil que iba a ser apagarlos. Sin embargo, unos emprendedores idearon un sistema para cortar el flujo de oxígeno y en un plazo record mitigaron las llamas. Emprender en tiempos de conflictos armados es una obligación que puede ir desde tender tu cama hasta inventar una máquina que absorbe radiación y limpia un desastre nuclear. La fuerza creativa y científica del mundo hoy está en el punto más alto de la historia. ¡Aprovechémosla!
Las escenas de los ucranianos abordando barcos hacia Rumania son deprimentes. Pensar que dejas todo atrás sin tener ninguna certeza de si volverás desgarra el alma. Ver a mujeres cargando a sus bebés llorando porque sus esposos se quedaron a defender el país es espantoso. Por ellos y como individuos que amamos la libertad tenemos que esforzarnos más por emprender. Los tiempos de conflictos armados nunca van a acabar, pero tampoco la creatividad y la bondad humana. No se trata de buenos deseos sino de llamados a la acción que deben cumplirse.