Madrid, España. VALOR. Una palabra que solemos utilizar a menudo en nuestro lenguaje diario. “A ver si tienes valor de hacerlo…” “Eres persona sin/con valor…” Esta palabra tan utilizada proviene del latín “Valere”. También se puede traducir cómo fuerza.
¿Quiere decir esto que si tenemos valores somos fuertes?
¿Los valores en acción son capaces de generar cambio?
En estos largos días, desde que empezó la pandemia del Covid-19 en todo el mundo, estamos valorando desde cero, cuáles son los valores más importantes en nuestra vida y cómo somos capaces de ayudarnos los unos a los otros haciendo uso de ellos.
Desde mi punto de vista personal los valores más importantes en esta vida son sin duda:
- El valor de la familia
- El valor de la compasión y de la empatía
- El valor de la resiliencia
- El valor de la solidaridad
Lamentablemente, he tenido el “honor” de vivir en primera persona cómo afecta este virus a todos los aspectos de mi vida. Aspectos bastante controlados hasta ahora. Soy una mujer a la que le gusta bastante controlar su propia vida, y de repente la realidad me enseña que no lo tengo. Lo único que puedo controlar son las decisiones dirigidas a afrontar esta situación. En este momento tenía que ser resiliente y practicar la resiliencia a pesar de la dificultad.
La familia y mis amigos a pesar de estar lejos físicamente, han estado más cerca que nunca. La empatía y la compasión que he recibido de muchas personas han sido sin duda la medicina principal que me ha ayudado a salir adelante y superar esta experiencia.
La solidaridad y el amor de mi entorno me han dado muchísimas fuerzas.
Ojala que cuándo superemos esta crisis no perdamos estos valores tan poderosos y podamos trasladarlos a nuestra vida laboral y personal.
Imaginaos cualquier equipo de trabajo en el que sus principales objetivos, fueran cumplir estos valores. ¡Sería un éxito asegurado!
Porque tendríamos personas con valores, personas fuertes y capaces de dar ejemplo en sus entornos.
Tenemos que recordar que somos el espejo de nuestra nueva generación y su educación.
No basta solo con hablar de valores, si no también ejercerlos día a día.