La Rioja, España. La humanidad cae una y otra vez en los mismos errores, sin embargo, estos no son nada más que las consecuencias de seguir sintiéndonos separados del resto. La crisis del 2008 ya dejó claro que si uno cae, muchos caen detrás. Sin embargo, en enero de 2020 creíamos que el covid 19 era un problema de China. Incluso España, que vio como Italia se infestaba del virus, creyó que eso no iba con nosotros. Una vez más, ellos vs nosotros.
¿Cuándo será el día en que redescubramos que todos formamos parte de lo mismo? Que La Tierra es un gran organismo del que cada uno de nosotros: personas, animales, plantas, somos tan solo una célula más. Y que solo en conjunto podemos hacer que este planeta sea un paraíso en el que poder vivir y desarrollarnos, o un lugar devastado por los excesos, el odio y la separación.
El Covid 19 nos ha enseñado cómo La Tierra no entiende de fronteras. Nos ha encerrado en nuestras casas y así ha podido volver a respirar aire puro. Si La Tierra está bien, nosotros estaremos bien, y al contrario. Si no cuidamos de nuestra casa, esta puede acabar por hundirse y los adornos que había dentro, y a los que tanta importancia dábamos, se volverán un asunto baladí al darnos cuenta de que tan solo eran eso, adornos.
Las personas somos los únicos seres de La Tierra que sentimos esta separación. Los animales se sienten uno con la naturaleza sin límites, ni fronteras. Sin embargo, el ser humano con su engreída superioridad y unos valores, a menudo, alejados del verdadero bienestar común, le cuesta retroceder, asumir errores y conocer que, quizás, llevemos años, décadas ¿siglos? Avanzando muy rápido por un camino equivocado. Quizás nos está costando reconocer que somos uno con el resto y que no estamos por encima de nada, ni de nadie.