Merida, Yucatan-Mexico.
Claro que va a ser más verde, más si el vecino se toma el tiempo de regarlo y cuidarlo, mientras que tú sólo te la pasaste viendo cómo lo hacía; en lugar de enfocarte en las acciones, solo te fijabas en el evidente resultado.
Es de humanos ver lo que hacen los demás, como lo dice la frase, pero no solo hay que ver; también hay que observar:
- Observar, ¿qué hace para lograr esos resultados?
- ¿Cuáles son los ingredientes que usa en su abono?
- ¿A qué horas tiene el hábito de regar su jardín?
- ¿Cuál es la ubicación correcta del jardín?
- ¿Qué tipo de semillas usas?
- ¿Cada cuándo corta su césped?
Seguro que puedo continuar con este listado de manera infinita; pero la realidad es que no nos interesa. Envidiamos lo que no tenemos, deseamos obtener lo mismo o más cosas que los demás, y no nos damos cuenta de que los resultados son consecuencias de las acciones. Hay que dejar de ver lo que hace el otro y comenzar a actuar.
Te invito a que dejes de ver en todas las direcciones:
- A los lados:
Para sentir que hay otros como tú, en la misma zona de confort. Esto lo haces para sentirte cómodo y pensar que de seguro que son la mayoría.
- Hacia Atrás:
Para burlarte de aquellos que, aunque quieran, no pueden avanzar porque no saben cómo, o no tienen un jardín en una zona correcta. Tal como puede ser tu caso.
- Al Frente:
Esto para criticarlos o en muchos casos desacreditarlos. Te hace sentir bien, aunque realmente es envidia lo que expresas con tu crítica. Envidia de que ellos sí hicieron la tarea, mientras que tú estabas más cómodo tirándoles piedras. Quizás, lo más triste es que, si en lugar de criticarlos, te les acercas a pedir consejo, ellos te ayudarían orientándote. No lo harán por ti, pero si te compartirían su receta, pues les interesa que a más gente le vaya bien.
Debes dejar de voltear a ver a todos lados y enfocarte únicamente en lo tuyo. En tu propio pasto y en cómo lo cuidas. Así, no tendrás que seguir viendo quién tiene el pasto más verde.