Quintana Roo, Mexico.
“La sobre producción de la élite crea contra-élites, y las contra-élites buscan aliados en la gente común. Si la gente común se le reduce su estándar de vida – no relativa a la élite, sino relativa a lo que tenían antes – ellos aceptan la apertura de las contra-elites…” – Prof. Peter Turchin, La próxima década podría ser peor. The Atlantic.
Para Turchin, los problemas fundamentales, de una sociedad moderna, integran una tríada oscura de males sociales: una clase élite inflada, con muy pocos trabajos de élite para todos; la disminución del nivel de vida de la población en general; y un gobierno que no puede cubrir sus posiciones financieras.
Turchin se refiere por “sobreproducción de élite” a la tendencia de las clases dominantes de una sociedad a crecer más rápido que el número de puestos que deben cubrir sus miembros. En el caso de los Estados Unidos, las élites se sobreproducen a través de la movilidad económica y educativa. De aquí que una persona puede formar parte de una élite ideológica en lugar de económica. Es decir, piensa como la élite pero no tiene el poder real que tiene la élite gobernante (en el sentido amplio). Esto debido a que los trabajos de élite no se multiplican tan rápido como lo hacen las élites. Por lo tanto se tiene una situación ahora en la que hay muchas más élites luchando por el mismo puesto, y una parte de ellas se convertirá en contra-elites.
Por ejemplo, cada vez más personas se enriquecen y cada vez más se educan. Nada de esto suena mal por sí solo. Los problemas comienzan cuando el dinero y los títulos de universidades de élite se quieren convertir en lo equivalente a títulos con derechos extraordinarios por el solo hecho de tenerlos. Si mucha gente los tiene, solo algunos tienen poder real, los que no tienen poder eventualmente se vuelven contra los que sí lo tienen.
Recuerdo a algunos graduados de la universidad en la que estudié que hablaban de demandar a la universidad por no conseguirles los puestos de trabajo que se merecían. Si ellos pagaron por una educación de élite entonces por el solo hecho de haber estudiado es esa universidad, les correspondía tener un trabajo de élite.
De ser emprendedores, o procurar un proyecto desafiante dentro del sistema político, este tipo graduados que no encuentran un puesto de élite, se podrían convertir en contra-elites. Por supuesto, convertirse en contra-élite en forma exitosa requiere, por ejemplo, de habilidades sociales, de pensamiento estratégico y acción decida. Tal vez de un poco suerte, pero también hay quienes aseguran que ellos hacen su suerte.