Monterrey, Mexico.
Todo comenzó cuando la llegada de Daniel Larusso a California causó un desequilibrio en la fuerza. De entrada, él no estaba de acuerdo con el viaje y desde el principio de la cinta lo vemos enfadado con su mamá por abandonar Nueva Jersey. Al poco tiempo tres personas entran a su vida y la cambian de manera radical: Ali Mills, Johnny Lawrence y El Señor Miyagi. Esta nueva configuración deja a Daniel como la víctima del acoso escolar que era tan común en esos años. Al final, tras una dura batalla derrota a Johnny y se convierte en el Campeón de Karate del Torneo “All Valley”.
Pero treinta y tantos años después la historia la volvemos a ver, pero desde la perspectiva de Johnny. Ahora resulta que él siempre se sintió la víctima de Larusso. Perder a Ali y el torneo de Karate le dieron a su vida una vuelta trágica. Su existencia se volvió un constante ir y venir de caminos sin rumbos. Pero al final de cuentas él sabía Karate y con el tiempo, su vocación lo volvió a empujar en esa dirección. Para encontrar el balance Johnny volvió a abrir el dojo de “Cobra Kai”. El tema se vuelve más interesante cuando un miembro de la Generación X empieza a entrenar a Millennials.
Johnny y Daniel son personajes que pertenecen a la generación ¨X¨. Son rudos, pragmáticos, tienen un alto sentido del honor y ambos carecen de una figura paterna. A su vez ambos tienen un “Sensei” que termina convirtiéndose en la figura del padre adoptivo: uno es John Kreese (El padre malo) y el señor Miyagi (El padre bueno). Son maestros demandantes y que llevan a sus discípulos a los límites de su capacidad física y mental. La generación “X” busca siempre el éxito de manera pragmática. En el torneo de Karate al final de la cinta de 1984 sólo podía haber un ganador. El segundo lugar era el primer perdedor.
La nueva generación de “Cobra Kai” ya no son los “X”. Ahora una generación de jóvenes Millennials han crecido de manera diferente y sus papás les han creado un ambiente menos peligroso y más controlado. El choque es notable para Johnny que trata de formar a los jóvenes como si fueran “X” y eso se convierte en un desafío. Sin embargo, al final los convierte en excelentes peleadores. Por otro lado, Daniel también entrena a los Millennials en un estilo que va más con la personalidad Millennial: Balance y control. Las dos primeras temporadas son una excelente oportunidad de conocer mejor el binomio “X”/Millennial.